Para navegar en internet, trabajar desde casa o jugar con amigos, la mayoría de las personas utilizan una conexión Wi-Fi. Sin embargo, esta tecnología tiene un gran número de enemigos naturales: desde paredes y techos, algunos dispositivos electrónicos, así como espejos y superficies metálicas. En este artículo encontrarás cinco consejos para evitar problemas de señal. En la mayoría de los casos, la merma en el rendimiento se produce porque el router alcanza sus límites. Es decir, que la conexión llega desde un punto que a menudo está lejos de las zonas en las que se necesita. Y aunque no existen los milagros en tecnología te ofrecemos cinco trucos simples para mejorar la señal de WiFi. Análisis de cobertura Los usuarios conocen las limitaciones de la cobertura de Wi-Fi que hay en el hogar. Sin embargo, existen algunas herramientas de análisis que pueden trazar un panorama más preciso. Estos softwares considerados freemiun, despliegan un mapa visual de la red inalámbrica y permite identificar zonas muertas (en color rojo) sin cobertura y donde hay buena recepción (verde) para colocar puntos de acceso. Las mejores aplicaciones para planificar el trazado de una red son NetSpot, Wifi Analyzer, Ekahau HeatMapper y Fast. Con menos prestaciones pero gratuito, aparecen Acrylic Wifi y WirelessNetView. Posición del router Si el Wi-Fi es demasiado lento o la conexión se detiene por completo esto generalmente se debe a un problema de alcance, ya que muchos hogares tienen el router en algún rincón, detrás de una maceta o, peor aún, incluso en el sótano. Una posición central y ligeramente elevada es ideal para su ubicación, por ejemplo, en un estante en el medio de una sala o departamento, para que la señal se distribuya mejor. El router no debe estar bloqueado por otros objetos ubicados frente a él. Tampoco es una mala idea mover algunas de las antenas que trae a cada uno de sus costados. Últimos modelos Si por alguna razón el router deja de funcionar o no enciende sus luces, el nuevo modelo deberá ser compatible con Wi-Fi 5 (Wi-Fi ac) o incluso Wi-Fi 6. El estándar Wi-Fi 6 se ratificó a inicios de 2019 y entre otros detalles cuenta con ventajas como mejores tasas de transferencia y compatibilidad con los estándares anteriores. Ambos estándares son considerablemente más rápidos que Wi-Fi 4 (Wi-Fi n). Además, una parte de Wi-Fi 4, la banda de 2,4 GHz, está extremadamente sobrecargada en muchas grandes áreas urbanas. Para recuperar velocidad nuevamente conviene utilizar la banda de 5 GHz que es de menor alcance, pero de mayor potencia. Repetidores En una casa grande, de una planta o unifamiliar, puede haber grandes distancias, paredes o incluso techos de hormigón armado entre el router y los dispositivos que uno espera conectar. Estos obstáculos actúan como un freno en el Wi-Fi que se vuelve cada vez más lento y, en el peor de los casos, se detiene por completo. Un repetidor Wi-Fi es útil para distancias más cortas, por ejemplo, de una habitación a otra. Los repetidores constituyen la alternativa más económica para ampliar la cobertura de la red. Lo que hacen es captar la señal y amplificarla para que llegue más lejos. La señal que amplifica el repetidor Wi-Fi es exactamente la misma que la que envía el router, con el mismo nombre para la y una misma contraseña. También es necesario configurarlos para que lo reconozcan. Máximo alcance El repetidor es limitado ya no es adecuado cuando la distancia es muy amplia. Sin embargo, también existe una solución técnica más costosa pero más simple y efectiva. Se trata de los adaptadores powerline. Estos dispositivos aprovechan el circuito eléctrico de la casa como un cable de datos largo. La ventaja es que las paredes, los techos de hormigón armado e incluso los sistemas de calefacción por suelo radiante ya no suponen un obstáculo. Estos adaptadores crean un punto de acceso rápido en cualquier toma de corriente. La instalación es extremadamente fácil. Basta con enchufar uno cerca del modem, otro en el lugar donde se quiere llevar la señal y sincronizarlos mediante un botón.
